historia
No es que nuestras cenas familiares fueran dignas de pasar a la posteridad, pero era Nochevieja y me pareció una buena idea estrenar la cámara de vídeo que le habían regalado a mi padre hacía unos meses.
Yanis va a cumplir treinta y nueve, pero nadie en su sano juicio le echaría más de treinta, a juzgar por sus curvas y por esa forma tan encantadora que tiene de reír con la mirada.
Aterricé en Madrid cuando la crisis aún no se veía venir y, quien realizaba un Master, tenía muchas papeletas para acabar contratado.
‘Pirri’ tenía el pelo grisáceo y un gran instinto de supervivencia.